Incluso en los cursos de nutrición o en las revistas de nutricionistas online se analiza ya mucho el tema de la dieta prehistórica o paleo dieta como una base para mejorar las condiciones de salud de las personas en la actualidad. Nosotros ya comentamos este régimen paleolítico en otro artículo, con lo que hoy sólo vamos a describir los alimentos que recomiendan.
Basándose en que somos humanos desde aproximadamente 76.000 generaciones, mientras no llegan a 200 las generaciones que adoptaron los hábitos alimenticios actuales, esta paleodieta o de la Edad de Piedra, nos dice que nuestro genoma sólo puede cambiar y adaptarse tras miles de años. Alegan que las alergias e intolerancia a muchos alimentos, tiene su origen en comer cosas para las que nuestro organismo no ha evolucionado de manera paralela.
Y esto no lo aplican sólo a cosas tan relativamente claras como el azúcar refinado, las grasas trans o la bollería, sino que al retrasarse hasta antes del comienzo de la agricultura o la ganadería -la puerta ya del Neolítico- pone coto incluso a los vegetales no criados de manera salvaje o a la carne que, pese a no haber sido procesada, no proviene de animales que han estado campando a sus anchas.
Alimentos permitidos en la dieta del Paleolítico
Los alimentos permitidos por los defensores de la dieta prehistórica pueden ser cocinados previamente a ser consumidos. Pese a que los seguidores más acérrimos creen que se deben comer todos crudos para obtener una máxima y óptima nutrición -además de ser otro rasgo de una dieta del Paleolítico verdadera-, otros no van tan lejos.
En estos casos, permiten una ligera preparación, que no altere demasiado su valor nutricional. Obviamente, las comidas fritas son total prohibición, permitiéndose la cocina al vapor, asar alimentos a la parrilla o asar al horno. Pero como decimos, hay defensores de una dieta crudívora, aunque son aún minoría.
Toda la carne que consumamos siguiendo la dieta paleolítica o paleodieta no deberá no contendrá elementos extraños en su dieta o crianza. Deberá ser orgánica y pastar libremente, o provenir de caza o actividades cinegéticas. Y por supuesto, olvídate de los filetitos empanados o las milanesas…
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Porque el pan está totalmente prohibido en esta dieta del cavernícola. Sí podemos tomar huevos de gallinas, siempre que sean camperas , y se recomienda también comer los huevos crudos si somos capaces de vencer la aversión que tenemos algunas personas a las texturas viscosas o de apariencia de mucosidades.
No sé si mi cuerpo se ha adaptado o no a comer alimentos industriales, pero si os garantizo que ya se ha olvidado de las delicias de sorber un huevo crudo -y si tuviera un embrión ya ni os cuento…-
Respecto a las verduras y otros vegetales la dieta paleolítica nos dicta que deben de tener la característica de poder ser consumidos crudos. Y esto se refiere a que podamos triturarlos con los dientes, descomponerlos con la saliva, tragarlos, y absorver sus nutrientes con nuestro aparato digestivo, y todo ello sin la ayuda de tratamientos de cocción.
Esto descarta las legumbres, tan ensalzadas en otras dietas, y deja a la Dieta Mediterránea sin sus judías o garbanzos, los guisantes, las judías verdes, los tan hispanos frijoles… Las patatas o papas no están consideradas como buenas en esta dieta, ni otros vegetales con almidón. Con respecto a las frutas, casi todas permitidas, sin embargo, recomiendan evitar las altas en azúcares, o las desecadas, como ciruelas, pasa, orejones…
La fruta escarchada tampoco, claro, y por supuesto nada de en almíbar o en siropes o mermeladas. Los frutos secos y las semillas están permitidos, pero el manó o los cacahuetes, las considera legumbres, por lo que las quita de los alimentos deseables. Y las castañas, mejor crudas que asadas.
Los aceites procesados que se permiten son el aceite de oliva, el de frutos secos y otras semillas, como el aceite de canola. Los llamados aceites hidrogenados, los borraríamos totalmente, así como los suplementos nutricionales y aditivos que no sean ingredientes naturales basados en los alimentos naturales permitidos.
Para beber, agua, infusiones de té sin leche, jugos de frutas y hortalizas están permitidos, pero naturales y en cantidades moderadas. Mantenernos alejado del café y el alcohol, es otra premisa dura de seguir, aunque tal vez nos permitan tomarnos una copa de vino de vez en cuando para acompañar sus comidas.
La sal, por alguna razón que no llego a comprender, está también prohibida en esta dieta del hombre prehistórico, ya que pese a que no hay ninguna constancia de que nuestros ancestros no la consumieran, se desaconseja por la paleo dieta, especialmente en su versión para atletas y deportistas.
También hay algunos alimentos que formaban una parte importante de la dieta de los cavernícolas del paleolítico, pero que no se mencionan como deseables. Entre ellos están las larvas de insectos y los gusanos, hormigas y termitas, los parásitos como garrapatas y piojos de los compañeros de etnia, el tuétano de la carroña, algún que otro enemigo o rival capturado…
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