Los problemas de la piel más comunes, y sobre todo del cutis, suelen ser debidos a granos o barrillos llenos de líquido que, además de ser un problema estético, provocan picores, cicatrices e incluso sangrado. El cuidado de la piel de la cara es fundamental, pero puede haber una patología detrás.
No todas las incidencias en la piel de la cara conllevan una irritación molesta, sino que pueden ser unos pequeños puntos rojos en la piel, sin picazón y pueden desaparecer definitivamente sin tratamiento médico alguno.
El tamaño que presentan estos puntos rojos pueden ser tan grandes como un gran lunar, o muy pequeños, y depende normalmente del problema subyacente.
Las causas más comunes de estos puntos rojos en la piel del rostro suelen ser las petequias, casos de hemangioma capilar, ciertas picaduras de insectos, reacciones alérgicas, la dermatitis atópica, una excesiva exposición al sol, los herpes, la psoriasis o una enfermedad de la piel llamada en dermatología la rosácea.
Tratamiento de los puntos rojos de la piel de la cara
Obviamente, el tratamiento para un problema de la piel con puntos rojos, dependerá de la causa que esté detrás de su aparición. Por esta razón es tan importante un buen diagnóstico, y algunas veces vamos a necesitar una segunda opinión médica, ya que si tratamos un problema pensando que es otro, podríamos incluso agravar la situación o aumentar los granos.
Así, los puntos rojos que aparecen en la cara a causa del daño solar, se pueden evitar siempre mediante la aplicación de un protector solar adecuado. En este caso, se va a volver muy importante la prevención, ya que una vez desaparezcan, deberemos seguir protegiéndonos del sol para que no vuelvan a aparecer.
Las petequias, en cambio, pueden ser el síntoma subyacente de una buena cantidad de problemas médicos o enfermedades, que pueden no tener nada que ver con la piel. Esto significa que si no tratamos adecuadamente la causa subyacente, no podremos combatirlas con posibilidades de éxito.
Las personas afectadas con herpes, también se enfrentan a un problema bastante agresivo, que no vamos a poder erradicar con simples cremas o remedios caseros. Los herpes en la piel suelen ser tratados con fuertes medicamentos antivirales como por ejemplo en aciclovir y el famciclover.
Los más habituales son el herpes simplex recurrente, el herpes labial, el herpes zoster y el herpes genital, que afectan a una parte importante de la población al menos alguna vez en la vida.
Los llamados angiomas cereza no suelen ser causa de preocupación por muchos dermatólogos, por lo que consideran que el tratamiento médico no es necesario. Pero sí hay casos en que estos angiomas, por su tamaño, localización o brillante color, pueden ser muy antiestéticos.
La crioterapia, que se utiliza para eliminar tumores benignos, puede ser una opción entonces, usando el frío para congelar y poder deshacerse del angioma. Los llamados hemangiomas capilares tampoco suelen ser molestos, ni causar irritación o picor.
Para aliviar los síntomas de la rosácea se recomiendan algunos temas básicos, como reducir la exposición al sol, el uso de protectores solares, evitar en lo posible el alcohol, y los ejercicios excesivos, las bebidas calientes, comidas muy picantes y reducir el estrés.
Dentro de las reacciones alérgicas, es necesario saber si somos alérgicos a algo en concreto. Puede pasar que con la edad, nos volvamos alérgicos a cosas que antes no sufríamos, siendo las más comunes las picaduras de insectos, algún tipo de polen, el polvo o los ácaros… Insectos como las pulgas pueden causar una reacción grave en personas de piel sensible, y severos casos de dermatitis.
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