Mientras que algunos trastornos nerviosos son por herencia genética y degenerativa en cuenta, otros también pueden ocurrir con el tiempo debido al deterioro de la función metabólica, como suele ser el caso de la diabetes tipo I. Sin embargo, un trastorno neurológico también puede ser atribuido a, lesión o trauma en el abuso de sustancias a largo plazo o la exposición crónica a las toxinas ambientales.
Nervioso trastornos degenerativos, o progresiva, son generalmente los más graves y difíciles de tratar. También tienden a darse en familias.
Este tipo de trastornos se encuentran la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, enfermedad de Huntington y la esclerosis múltiple.
Aunque existen medicamentos y tratamientos disponibles para ayudar a manejar negocios o minimizar los síntomas de algunos de estos trastornos, no existe una cura para ninguno de ellos.
Además, algunos de estos tipos de trastornos nerviosos son más frecuentes en los ancianos, aunque en realidad no son considerados una parte normal del envejecimiento.
Trastornos del nervio craneal o nervio facial afectan a la cara y la cabeza. Ejemplos de este tipo de trastornos son los llamados schwannomas vestibular (también conocido como neuroma acústico), enfermedad de Meniere y la parálisis de Bell.
Desde schwannomas vestibulares derivados de formaciones benignas a lo largo de las células de la vaina del nervio craneal vestibular, a veces es posible aliviar los síntomas de la enfermedad con cirugía o radioterapia.
La enfermedad de Meniere, por otra parte, se caracteriza por mareos y pérdida de audición a menudo se debe a daños en el oído interno de una lesión o una infección viral. Esta enfermedad implica una disfunción temporal del quinto nervio craneal, causando parálisis o debilidad en los músculos de un lado de la cara, una enfermedad que por lo general mejora por sí sola en cuestión de semanas o meses.
Trastornos de los nervios periféricos se clasifican en tres grandes categorías: neuropatía periférica, neuropatía autonómica y mononeuropatía. La neuropatía periférica es el tipo más común y por lo general produce una sensación de ardor u hormigueo en las piernas y los pies, daño en los nervios, sin embargo, puede progresar y extenderse a órganos también.
La neuropatía autónoma implica diferentes nervios que controlan muchas funciones dentro del cuerpo, tales como ritmo cardíaco, presión sanguínea, la respiración, la digestión y el control de la vejiga.
Sin embargo, mononeuropatía es aislado a un solo nervio o de una red de nervios, lo cual es considerado como un tronco. Este tipo de trastorno nervioso pueden desarrollar una inflamación debida a la compresión o crónica, como la que ocurre en el síndrome del túnel carpiano y la ciática.
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