Los bienes de capital son bienes materiales que es probable que sigan en posesión de los propietarios por un período de tiempo prolongado. En general, estos activos, más o menos permanentes se utilizan para proporcionar vivienda permanentepara el propietario, o utilizados son como parte de un proceso de generación de ingresos, tales como el funcionamiento de un negocio.
Un bien de capital incluye una amplia gama de activos que se consideran deseables y de uso inmediato o el valor para el propietario. Los activos también se espera que esté en uso por un largo período de tiempo.
Muy a menudo, un activo de capital se considera como un activo que puede ser tocado y de uso diario. Terrenos y construcciones son excelentes ejemplos de bienes de capital.
Los inmuebles en general, de las viviendas residenciales de edificios de oficinas comerciales o plantas de fabricación, todos los que califican como un activo de capital.
Junto a edificios y terrenos, bienes de capital también puede ser cualquier tipo de equipo que se utiliza en la operación de un negocio. La maquinaria que se utiliza en una planta de fabricación podría ser considerado como un bien tangible. Un vehículo de reparto, también califica como un bien de capital, puesto que se utiliza para el transporte de productos terminados hasta el punto de venta.
El equipo informático -ordenadores y demás- , mobiliario de oficina y máquinas de oficina general, todos los que cumplen con la definición de trabajo de un activo de capital, ya que son todos los bienes que se prevé que esté en uso por el titular de una cantidad considerable de tiempo, y la ayuda en el proceso de ejecución un negocio.
Las inversiones también pueden calificar como un activo de capital. La elección de invertir recursos en una empresa subsidiaria es un ejemplo. La infusión de dinero u otros recursos en la operación se espera que implican un compromiso a largo plazo, y se espera que produzcan ingresos para el inversor en algún momento de la operación.
Un bien de capital está sujeta a un conjunto específico de normas fiscales. Hay regulaciones federales y estatales con respecto a nivel de ganancias y pérdidas de capital se apliquen de forma coherente a cualquier recurso que se considere un activo de capital.
Esta mezcla de la aplicación de impuestos a las ganancias de capital y las pérdidas permite a los propietarios de negocios para obtener créditos fiscales como las edades de bienes de capital y se vuelve menos valiosa, al permitir la amortización y, finalmente, la que se declara el activo era obsoleto y que puedan optar por su reemplazo.